NO TENTARÁS AL SEÑOR TU
DIOS
Situación
o problema: ídolos ‘pequeños’ y escondidos dentro del corazón de
la iglesia del Señor Jesucristo en Venezuela en 2014.
Referencia
bíblica: Lucas 4.12, Deuteronomio 6.13-25, Nehemías 9.
Solución: arrepentimiento total.
Introducción:
Los venezolanos cristianos
(creyentes en Cristo), pertenecientes a la iglesia del Señor Jesucristo en
Venezuela, y congregados a Su nombre, tenemos mucho tiempo preguntándole al
Señor ¿Por qué nos ha venido todo esto? ¿Hasta cuándo Señor? Por amor a Tus
escogidos, Señor, ¡sálvanos!
Sin
embargo, la mayoría de nosotros hemos albergado en nuestros corazones (es
decir, nuestra mente y pensamiento), ÍDOLOS que han ofendido a nuestro Dios.
Desarrollo:
En
Lucas 4, ¿cuál es el escenario? Jesús había ayunado por 40 días y noches y
tenía hambre, y de seguro su cuerpo estaba débil. Satanás aparece y le provoca
con 3 cosas, las que Jesús vence usando la Palabra de Dios. En la segunda de
las tentaciones, el diablo le ofrece a Jesús ‘todos los reinos de la tierra’ –
¿la única condición? “…si postrado me adorares todos serán tuyos…” Jesús
le respondió: “¡No tentaras al Señor tu Dios!”
En
Deuteronomio 6, donde está la referencia Escritural que utilizó Jesús, se
demuestra claramente que Dios es sólo UNO
y que El es el ÚNICO digno de ser adorado y servido. (vs.15 “Porque
el Dios celoso, Jehová tu Dios, en medio de ti está; no sea que se encienda el
furor de Jehová tu Dios contra ti, y te destruya de sobre la faz de la
tierra.”)
El
pueblo de Dios, Su iglesia en Venezuela, ha cedido a muchas tentaciones
idolátricas que han ofendido al Señor, y creo que podríamos decir que TODOS y CADA UNO de NOSOTROS hemos caído en esa
sutil tentación satánica.
Te
preguntaras ¿Cuándo y en qué momento? Revisemos un poco nuestras actitudes,
reacciones, palabras, y compartires en las redes sociales, el tema repetido de
nuestras conversaciones diarias, etc. de los últimos años.
Para
algunos de nosotros esta idolatría abarca más de 10 años. ¿De qué cosas hemos hablado mayormente? Si
somos sinceros tenemos que admitir que la política del país y las consecuencias
de ella, ha ido escalando en nuestras vidas poco a poco, pero tomando más y más
terreno en nuestros corazones.
¿De
qué hablas todos los días? Si te escuchas a ti mismo hablar con honestidad,
podrías decir que todos los días al menos ¿nombras un producto de consumo que
haya subido de precio? ¿Nombras a algún político de cualquier color? ¿Hablas de
los que han emigrado? ¿Hablas de tus deudas? ¿Te preocupas y afanas por alguna
u otra cosa? ¿El crimen en Venezuela te asusta? ¿Habrás hasta pensado en
consultar el horóscopo para saber qué decisión tomar? ¿Practicas yoga para
relajarte y ‘botar el estrés’? ¿Estás involucrado fuertemente en el área del
sexo ilícito, o de la moda extrema? ¿Sientes que el estrés es algo muy importante en tu vida?
¿Sigues las doctrinas del hombre que predica lo fácil?
Si la
mayoría de tus respuestas a estas preguntas en un sí, entonces has sucumbido a
la tentación de Satanás de postrarte ante él, y adorarlo. Abriste una gran
brecha en tu vida que está acabando cada día más con tu paz, con tu fe en Dios.
Ya casi estás pensando que Dios se endureció y ya no te ama ni a Venezuela; que
está siendo casi injusto, que no quiere escuchar; y te preguntas dentro de ti
de la misma manera que lo hizo el salmista en Salmo 44.24 “¿Por qué escondes Tu
rostro y te olvidas de nuestra aflicción y de la opresión nuestra?”
Si
estás en esta situación, en a misma que yo me sentí muchas veces ¿qué necesitas
hacer, iglesia de Cristo en Venezuela? ¿Qué necesitamos hacer hoy?
Leamos
en Esdras 9.1-3: “Y
acabadas estas cosas, los príncipes vinieron a mí, diciendo: El pueblo de
Israel, y los sacerdotes y levitas, no se han apartado de los pueblos de las
tierras, de los cananeos, heteos, ferezeos, jebuseos, amonitas, y moabitas,
egipcios, y amorreos, y hacen conforme a sus abominaciones. Porque han tomado
de sus hijas para sí y para sus hijos, y la simiente santa ha sido mezclada con
los pueblos de las tierras; y la mano de los príncipes y de los gobernadores ha
sido la primera en esta prevaricación.
Lo cual oyendo yo, rasgué mi vestidura y mi manto, y arranqué pelo de mi
cabeza y de mi barba, y me senté atónito.”
5-10:
“Y a la hora del
sacrificio de la tarde me levanté de mi aflicción; y habiendo rasgado mi
vestidura y mi manto, me postré de rodillas, y extendí mis manos a Jehová mi
Dios, y dije: Dios mío, confuso y
avergonzado estoy para levantar, oh Dios mío, mi rostro a ti; porque nuestras
iniquidades se han multiplicado sobre nuestra cabeza, y nuestros delitos han
crecido hasta el cielo. Desde los días de nuestros padres hasta este día
estamos en gran pecado; y por nuestras iniquidades nosotros, nuestros reyes, y
nuestros sacerdotes, hemos sido entregados en manos de los reyes de las
tierras, a espada, a cautiverio, a robo, y a confusión de rostro, como en este
día. Y ahora por un breve momento se mostró la gracia de Jehová nuestro
Dios, para hacer que nos quedase un remanente libre, y para darnos estaca en su
lugar santo, a fin de alumbrar nuestros ojos nuestro Dios y darnos un poco de
vida en nuestra servidumbre. Porque siervos éramos; mas en nuestra servidumbre
no nos desamparó nuestro Dios, antes extendió sobre nosotros su
misericordia delante de los reyes de Persia, para que se nos diese vida para
levantar la casa de nuestro Dios, y para restaurar sus ruinas, y para darnos
muros en Judá y en Jerusalén. Mas ahora, ¿qué diremos, oh Dios nuestro, después
de esto? porque nosotros hemos dejado tus mandamientos.”
13-14:
“Mas después de
todo lo que nos ha sobrevenido a causa de nuestras malas obras, y a causa de
nuestro grande delito, ya que tú eres nuestro Dios, nos has castigado menos de
lo que nuestras iniquidades merecieron, y nos has dado tan grande liberación:
¿Hemos de volver a infringir tus mandamientos, y a emparentar con los pueblos
de estas abominaciones? ¿No te ensañarías contra nosotros hasta consumirnos,
sin que quedara remanente ni quien escape?”
En
verdad, también todo el capítulo 9 de Nehemías es digno de ser leído en
oración, en intimidad con Espíritu Santo, meditando en cada cosa que nombra
Esdras en esta oración, ya que podríamos cambiar los nombres de algunas cosas y
personas, pero la idolatría de hoy día es la misma que la de aquellos en Israel
en ese tiempo.
Pero
¡gloria a Dios! No nos quedamos sin ayuda porque nuestro Dios creador de todo,
YHWH, nos da la absoluta SOLUCIÓN a este
dilema. Cuando leemos en 1 Juan 1.5-10 y 2.1-6, encontramos la salida provista
por el Señor Jesús al morir para redimirnos del pecado y resucitar para
justificarnos delante del Padre celestial.
Entonces
veamos paso a paso lo que nos tocaría hacer:
1.
ADMITIR:
Lo primero que hay que hacer es ADMITIR que hemos pecado todos y cada
uno de nosotros. No se trata de buscar alrededor a ver quien pecó: los de tu
familia, los políticos, los demás para decirles U PECASTE, ES TU CULPA. Más
bien es crucial ADMITIR como iglesia que como el cuerpo de Cristo que somos
todos los creyentes en El, HEMOS PECADO idolatrando las cosas del mundo, los
afanes, las preocupaciones, la política, el crimen, la emigración, etc.
Cuando TODOS JUNTOS ADMITAMOS nuestro pecado, ¿qué
sigue?
2.
CONFESAR:
Dice el vrs. 9: “Si CONFESAMOS… Este es el segundo paso: confesar nuestro
pecado de idolatría contra Dios, ¿cuál será (no sería sino SERÁ) el resultado? “…El
es fiel y justo para PERDONAR nuestros pecados y limpiarnos de TODA maldad.”
Iglesia de Jesucristo en Venezuela ¿qué harás hoy con Cristo? ¡No puedes
ser NEUTRAL! Jesús dijo en Lucas 11.23 “El que no es conmigo, contra mí es, y
el que conmigo no recoge, desparrama.”
Oremos. Quien desee ser parte de este arrepentimiento, ore conmigo esta
oración, de la manera que nuestro Señor Jesucristo la enseño en Mateo 6.9-13:
“PADRE Y SEÑOR NUESTRO QUE ESTAS EN LOS CIELOS,
SANTIFICADO SEA TU NOMBRE. VENGA A NOSOTROS EN VENEZUELA TU REINO. HÁGASE TU
VOLUNTAD COMO SE HACE EN EL CIELO, ASÍ SEA HECHA EN VENEZUELA. EL PAN NUESTRO
DE CADA DÍA, TU PALABRA, DÁNOSLA HOY TAMBIÉN, Y PERDÓNANOS, SEÑOR LA OFENSA DE IDOLATRÍA QUE HEMOS COMETIDO CONTRA TI, COMO PERDONAMOS NOSOTROS A NUESTROS
ENEMIGOS QUE NOS ATRAPARON EN ESA IDOLATRÍA. Y NO NOS DEJES CAER EN ESTA TENTACIÓN DE NUEVO, SEÑOR. LíBRANOS DE TODO MAL, PORQUE SOLAMENTE TUYO ES EL
REINO, ES TODO EL PODER, Y ES TODA LA GLORIA POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS, ¡AMEN!”